Para todas las organizaciones, el manejo adecuado de conflictos tiene una relevancia especial,
pues de ello depende, en gran medida, el desempeño de las personas que trabajan en ésta.
Si los conflictos afectan al clima laboral, la productividad y a todas las áreas de la organización,
entonces ¿cómo podemos hacer frente a estas situaciones?,
¿Cómo manejar un conflicto con enfoque positivo?,
¿En qué medida estamos preparados para manejar situaciones de conflicto?
Igualmente, los conflictos pueden surgir por lo que conocemos como
“personas difíciles” en el entorno laboral. Cuando nos encontramos con una persona difícil,
muchos de nosotros reaccionamos de tal manera que empeoramos el problema
reaccionando de manera maliciosa, actuando a la defensiva, en vez de intentar dominar
la situación real. Estas reacciones suelen ser contraproducentes, reducen nuestras
posibilidades de transformar un encuentro negativo, en uno positivo y constructivo
para ambas partes. Nuestra manera de reaccionar ante las personas conflictivas
puede mejorar la calidad del ambiente laboral para todos.
La meta principal siempre es trabajar con cada persona para un entorno laboral
productivo para todos. Pero en ocasiones el conflicto y las personas que se
tornan difíciles nos obligan a un correcto proceso disciplinario laboral debe
velar por la protección de los derechos y garantías procesales de los empleados.
Conocer los requisitos para llevar a cabo un proceso disciplinario justo y evitar
vulnerar los derechos de los empleados y salvaguardar las responsabilidades
del patrono es indispensable. Todo esto es lo que se encuentra en este curso.